Investigadores aseguran que Dios es un “Diseñador inteligente”

La teoría del diseño inteligente, tras un exhaustivo labor, determinó que un “diseñador inteligente” creó todo desde el principio.

Investigadores aseguran en un seminario en Brasil, que el universo no pudo existir sin un creador omnipresente.

El Primer Seminario de Ciencia y Fe se realizó por el Movimiento Estudiantil Hora Extra, de la Escuela de las Naciones y Juventud CN, con el aspiración de argumentar la relación entre la ciencia, la fe y el cristianismo para eliminar el hostigamiento ideológico entre estudiantes y universitarios.

Quienes participaron para el planteo de los temas fueron los profesores Marcos Eberlin de Unicamp, y Glauco Magalhães de UFC. El profesor Marcos explica que la verdadera ciencia  siempre fue inseparable y leal a los relatos bíblicos.  «La primer razón, el gran fundamento de la ciencia es exactamente el tema de la Biblia: Dios.”

Para el experto, «Los grandes padres de la ciencia como Boyle, Pascal y Newton, eran en general hombres para contemplar el universo y la vida, la luz de la ciencia, podían observar en sus datos de pruebas claras de un creador”.

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«Al investigar el universo y la vida a nivel atómico y molecular, se ha manifestado una acción muy inteligente en la construcción de todo lo que vemos a nuestro alrededor. Dado que los núcleos de los átomos, a través de las estrellas, galaxias y cometas, hay evidencia científica que no permiten dudar de que hay un Dios, uno solo, y que Dios es como la Biblia lo describe: eterno, inmaterial, autor de toda la información, omnipotente e increíblemente inteligente y sabio”, explicó el profesor Marcos.

El creacionismo ha sido otro gran tema de investigación en el seminario, como una línea de pensamiento científico. Para el profesor Glauco, «La Biblia muestra hechos sobre la naturaleza y el hombre que revelan un creador inteligente. Los talones de la materia inorgánica a materia orgánica, de la inconsciencia a la conciencia no podría suceder sin un creador de talmagnitud».

Fuente: Impacto Evangelistico

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