La Biblia nos enseña que no debemos depender de otros para alcanzar nuestra seguridad.
«Dejad de considerar al hombre, cuyo soplo de vida está en su nariz, pues ¿en qué ha de ser él estimado?» (Isaìas 2:22).
«Asì dice el SEÑOR: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del SEÑOR se aparta su corazón» (Jeremías 17:5).
Debes Reflexionar: Tu, querido joven, ¿basas tu seguridad en la forma en que otros te tratan?
¿ Cuál es el peligro en este estilo de afrontar la vida?
En un mundo de gente pecadora. ¿ Es realista pensar en encontrar a alguien que jamás llegue a fallarte o traicionarte?
Debes Autoexaminarte y Resolver el siguiente cuestionario:
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1- Me destruiría el hecho de saber que mis amigos de repente me traicionan.
2- No puedo soportar no estar acompañado/a.
3- Lo que piensan de mí los muchachos de mi colegio me preocupa más que cualquier otra cosa.
4- Odio estar solo/a.
5- No soy feliz a menos que esté con mi familia o mis amigos.
6- Si alguien muy cercano a mí muere, o si mis padres se divorcian creo que no me gustaría seguir viviendo.
Una respuesta verdadera, a algunos de estos enunciados indica que para tu seguridad tu dependes de los demás.
Discute los versículos de la Biblia ya señalados, el cuestionario y otras ideas de esta página con algunos cristianos maduros—y después oren los unos por los otros.
Lee y aprende Isaías 31:1.
La madre de Susana se retiró de su trabajo y ahora está preocupada por la falta de seguro médico para su familia.
Después de escuchar en la radio que una persona se ganó la lotería—2.5 millones al año, durante los próximos 20 años.
Susana se tendió en su cama y comenzó a fantasear.
«Imagine… ¡Cincuenta millones! Me Compraría la casa más grande, los mejores carros, lindos vestidos, y si nosotros quisiéramos podríamos tener hasta médico personal.
¿No seria estupendo? No habría más preocupaciones en el mundo: ¡Seria la gran vida!
Bruce Wilkinson
